Chihuahua, Chih.

¿Usted preferiría mejorar un poco sus ingresos o vivir más años? Los mexicanos parecen estar satisfechos con lo primero, dada la popularidad de Morena.

Lo planteado al inicio de este artículo es un falso dilema. En este sexenio, la economía casi no ha crecido: 0.8 por ciento en promedio anual hasta el año 2023, mucho menos que la de Estados Unidos, cuando México debería crecer más que ellos.

Se deberían mejorar tanto los ingresos de la población como la esperanza de vida. No es que para incrementar el salario hubiera sido necesario desviar recursos públicos. Bastó un decreto presidencial de incremento al salario mínimo y cambios en las reglas del outsourcing. AMLO tenía razón en que se podía hacer sin afectar de forma importante la inflación.

Las mayores transferencias sociales, como la pensión universal a adultos mayores, tampoco explican los fracasos en seguridad pública y en salud. Los explica la incompetencia, una visión equivocada de cómo se resuelven los problemas, y el uso de los recursos públicos en las obras faraónicas de AMLO, para lo cual se sacrificó el gasto en sectores primordiales para el bienestar de la población.

Por ejemplo, se creó la Guardia Nacional, que ahora tiene unos 120 mil elementos, pero no ha funcionado para frenar la violencia. El crimen organizado sabe que los "abrazos, no balazos" son una oportunidad para expandirse mientras dure la oferta.

La improvisación llevó al gobierno a desaparecer el Seguro Popular sin saber qué hacer a cambio. Se inventó el Insabi, que ya se canceló. Durante la pandemia, la incompetencia tuvo víctimas y costos estratosféricos.

Según los datos del informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de Covid-19 en México presentado el lunes, las muertes en exceso, respecto a los años anteriores, fueron más de 800 mil entre abril de 2020 y mayo de 2023. Una tasa 40 por ciento mayor, sólo superada por Ecuador, Bolivia y Perú. Las casi 6 mil muertes del personal de salud durante la pandemia fueron las más altas del mundo. Brasil tuvo poco menos de mil. 

La pandemia dejó en México 215 mil huérfanos de padre o madre, una tasa de orfandad superior a la de la India. La segunda ola de la pandemia, después de la errada decisión del 4 de diciembre de 2020 de no suspender las actividades no esenciales como mandataban los lineamientos oficiales, llevó al mayor número de muertes diarias en la CDMX. 

Nuestra capital, con el 7.3 por ciento de la población del país, acumuló el 24 por ciento de las muertes en exceso entre diciembre de 2020 y enero del 2021.

Fue la obesidad, le gustaba decir al gobierno. Falso. 

El estudio concluye que cerca del 40 por ciento de las muertes en exceso son el resultado de una mala gestión. Casi 300 mil muertos "no pueden atribuirse a la prevalencia de enfermedades crónicas, el nivel de desarrollo económico, la economía informal, las deficiencias en el acceso y calidad del sistema de salud (agravadas en los años previos a la crisis), la estructura demográfica y otras condiciones difíciles de modificar a la llegada de la pandemia".

La improvisación y la intuición del líder cuestan muchas vidas. También no poder crecer suficiente. La exitosa narrativa de AMLO ha encubierto el nivel del fracaso de su gobierno.