
Chihuahua, Chih.
"Mujeres, están fracasando". Chicharito.
Tómala, no me la esperaba. ¿De plano fracasando? Si hasta tenemos presidenta de la República. Y empresarias y activistas y funcionarias y artistas y chavitas chidas imaginando sus mundos. Pero dices, Chicharito, que estamos fracasando.
"Están erradicando la masculinidad haciendo a la sociedad hipersensible".
Aaaahhhhh, estamos fracasando porque ustedes no saben qué hacer con ustedes mismos. Haberlo dicho antes, Chicharito, ya me estaba dando culpa de no sé qué. Tienes razón.
Esta sociedad que se duele porque matan mujeres, las desaparecen, porque tantas niñas no pueden estudiar, porque los embarazos adolescentes se multiplican... está hípersensibilizada.
Era mejor cuando no estaba sensibilizada, claro, porque nadie protestaba nada. Nos equivocamos, mano, era cosa de quedarnos calladas.
"Encarnen su energía femenina: cuidando, nutriendo, recibiendo, multiplicando, limpiando, sosteniendo el hogar que es el lugar más preciado para nosotros, los hombres".
Seguro tuviste un momento de autoplacer cuando dijiste eso de "nosotros, los hombres".
Reconócelo, Chicharito pillín, no pasa nada. "Nosotros, los hombres".
Y sí, claro que se trata de regresarles terreno perdido a los onvres mientras por acá nos aplicamos en recibir y multiplicar y limpiar. En lo de cuidar ya andamos, Chicharito, igual no te habías enterado porque pues andas ocupado en eso de meter goles, que es lo tuyo.
O era.
Porque fíjate que, en México, las mujeres usan el 65% de las horas de la semana en tareas domésticas y de cuidado. ¿No es suficiente, Don Chícharo? ¿Queremos el 100%? Venga, vamos por el 100 para que ese lugar tan preciado para ustedes los onvres sea hermoso y sin preocupaciones.
"No le tengan miedo a ser mujeres, a permitirse ser lidereadas por un hombre que lo único que quiere es verlas feliz. Porque nosotros no conocemos el cielo sin ustedes. Responsabilizarlas de su energía también es amarlas".
Gracias, gracias, gracias eternas, Chichadios (así te decíamos cuando soñabas cosas chingonas, ¿recuerdas?).
Gracias por explicarnos a qué no le debemos tener miedo, gracias por abrirnos la puerta a permitirnos seguir el liderazgo masculino, gracias por hacernos responsables de nuestra energía.
Te juro que antes de escucharte no sabía qué hacer con mi energía. Lo hice todo mal. En este momento, el mansplaining se convierte en chichasplaining y le damos gracias a los dioses por ello.
"Hombres, estamos fallando en la falta de compromiso, poner a la pareja a lo último, no tener palabra y no priorizar hábitos para volvernos admirables".
No, pues pónganse las pilas. Lo de la pareja a lo último, luego nomás no derrapen.
Y lo de hábitos para volverse admirables, ¿pues como qué quieres que te admiren? Tu fuerza, tu coraje, tus gritos para mandar a la chingada a los demás, tu exigencia de que la comida esté lista, usted diga, mi Chichañor, y acá le armamos el pedestal para que usted mismo se mire admirable, faltaba más.
Soy tan bonito, ya lo sé.
Millones de seguidores tiene Javier Hernández, Chicharito, en redes sociales.
Y ahí es donde anda convocando a que se acepte su verdad que, aunque duela, dice, permite crecer.
Ahí es donde miles le han dado like a sus publicaciones, ahí es donde se cocina el dolor incel, el anhelo por regresar a un mundo en el que los que mandaban sabían que mandaban, ahí es donde el machismo mindfulness se planta desde la buenaondés para descalificar a la sociedad plural que quiso erradicar las violencias que paralizan, ahí es donde un gran jugador de futbol se convierte en un vil cñoro que incita odios sociales para convivir y existir.
"Entiendo que nos da miedo hablar y expresarnos, porque están intentando erradicar la masculinidad dado que en ciertos casos del pasado se suprimió la energía femenina".
Chicharito, cariño, ¿en ciertos casos del pasado? ¿Tienes tiempo para que te cuente lo que se ha suprimido?
¿Tienes tiempo para que te diga del daño que le estás haciendo a tantos que hoy te aplauden y dicen ¡a huevo, pinches viejas, vamos a por ellas!?
El péndulo moral, ese que nos jala en lo que creemos y por lo que luchamos, parece ir de regreso.
Y hay que estar alertas. Los Chicharitos del mundo se convierten en los Trumps de oropel para luego habitar los cuentos de la criada.
@warkentin
Comunicadora y académica. Titular del noticiario matutino Así las Cosas en W Radio, podcastera en El País, profesora universitaria.
*Publicado por Reforma el 23 de julio de 2025