Cada día de nuestras vidas el amanecer nos trae la esperanza de una nueva jornada donde esperamos que las cosas salgan bien y que al final del mismo podamos sentir satisfacción por lo realizado durante ese espacio.
Y sin lugar a dudas, generó expectativa la promesa del grupo que obtuvo un triunfo inobjetable en las pasadas elecciones del 5 de Junio de un nuevo gobierno que antepondría una visión social y comprometida con la honestidad y la justicia a la visión económica que impone este sistema neoliberal que cargamos en nuestras espaldas desde hace más de 40 años y que cada vez se hace más pesado, en las también cada día más extensas capas vulnerables de los chihuahuenses.
La sociedad está cansada de tantos saqueos, atracos, impunidad y corrupción, y votamos en forma copiosa buscando un verdadero cambio que auguraba en el discurso gran posibilidad de que apareciera en el ámbito social una nueva forma de gobernar.
Sin embargo el nuevo amanecer apareció nublado y con chaparrones en el horizonte de tal manera que no es posible percibir mínimamente las novedades que nos presumieron durante su campaña electoral y a escasos 100 días del inicio de este gobierno no podemos vislumbrar un horizonte de cambio verdadero que esperábamos quienes le apostamos al proyecto.
La disminución de gastos en alrededor de 100 millones de pesos en el primer trimestre de la administración en materia de difusión y el incremento en financiamiento a proyectos serán dos de los temas que el próximo jueves, en el informe de los 100 días, el Gobernador Javier Corral tocará en un panorama de los logros alcanzados hasta la fecha por su gobierno procurando sea un balance positivo para sostener la esperanza del nuevo amanecer que a muchos nos parece que puede durar todo el quinquenio.
La política de información del quehacer gubernamental se encuentra en una etapa donde desde la dirección de comunicación social coordinada por el Lic. Antonio Pinedo, pocos medios tienen el privilegio de acceder a la información en forma personal ante el ambiente creado en torno a ellos con el argumento de que durante la gestión de Cesar Duarte se privilegió el “chayotaje” y acceso al dinero público sin ninguna ética, responsabilidad ni control dentro del ambiente de corrupción imperante entre gobierno y medios.
Sin embargo, a la fecha no se ha sancionado ni a uno ni a otro de los involucrados, no hay un solo antecedente donde el largo brazo de la ley haya alcanzado a quienes participaron en estas corruptelas que mantienen un ambiente de aversión por parte del gobierno del estado en el poder hacia muchos medios, tan solo se ha señalado con el dedo y orquestado una posición de desdén ante los medios que no estuvieron tan comprometidos durante la campaña en un comportamiento que con soberbia, pide se repiquen las notas generadas desde ámbito gubernamental y con la rutina del “ni los veo ni los oigo”.
Si bien es cierto que muchos medios vendieron protección, silencio y alabanzas por grandes cantidades de dinero, también los hay que ofertaron publicidad y difusión de acciones del gobierno estatal en forma profesional y honesta, sin embargo, resulta ofensivo el meterlos a todos en el mismo cajón.
Lo sucedido recientemente a partir del gasolinazo del 1 de Enero, nos retrata las cosas tal y como son cuando las protestas ciudadanas se vieron amenazadas ante la ejecución de acciones por parte de la policía estatal y municipal para el desalojo de los manifestantes demostrando la incapacidad de resolver los problemas por medio del diálogo y respaldando las acciones que dañan a la población como el gasolinazo de Peña Nieto. Tragicomedia la elaborada para que con la mano izquierda se lograra reunir algunos sectores de la sociedad y con la derecha ordenar los desalojos con los cuerpos policiacos que deberían de estar actuando en la verdadera persecución del delito ya que desde el inicio de la administración a la fecha hay más de 460 homicidios dolosos en el estado donde los responsables, en su mayoría, se encuentran gozando de total impunidad.
Sin duda que las acciones que desde diferentes espacios del gobierno estatal se han dado en favor de género han sido sustantivas, sin embargo todos somos chihuahuenses y tenemos los mismos derechos y obligaciones en donde los más vulnerables son las personas discapacitadas, los niños y los adultos mayores que ya no basta con los beneficios asistenciales que bien merecen, sino que también anhelan políticas públicas de apoyos que les permitan integrarse en forma productiva a la sociedad que los rechaza por su incapacidad, o por su edad.
El Código de ética que recientemente fue colocado en el lugar donde se encontraba la fotografía del gobernador es sin duda un ramillete de buenos deseos en cuanto al comportamiento de los servidores públicos, pero; ¿y el cambio de la visión económica por la visión social?, ¿será el contenido de este documento lo que está detrás de los nubarrones que obstaculizan el nuevo amanecer? ¿podremos los ciudadanos aspirar a un gobierno que privilegie en las acciones el bien común y no solo en el discurso?...
Al Tiempo…
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