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Las paradojas del conflicto en “La Jornada”

Las paradojas del conflicto en “La Jornada” 5 de julio de 2017

Leonardo Meza Jara

La pregunta no es: ¿quiénes tienen la razón en el conflicto de “La Jornada”? La cuestión no es inclinarse a favor de los integrantes del SITRAJOR que convocaron a la huelga, o a favor de las voces que han defendido la postura de la dirección del periódico.

Un artículo escrito por Pablo Oprinari toma postura por los integrantes del SITRAJOR y descalifica a las otras voces (http://www.laizquierdadiario.mx/La-huelga-en-La-Jornada-y-el-desbarranque-de-la-intelectualidad-progresista?id_rubrique=1714).

La postura de Oprinari es reduccionista y maniquea. La misma condición tendría una postura que defienda a toda costa las políticas de administración que ha mantenido la dirección del periódico, sin reconocer la validez de los reclamos que hacen los trabajadores. Hay una parte de razón en los reclamos de los integrantes del sindicato de “La Jornada” y otra parte de razón en las voces que buscan que el periódico prosiga en base a ciertos sacrificios.

Desde luego que los derechos laborales y salariales han ido siendo desmantelados en las últimas décadas por las fuerzas del neoliberalismo. Desde luego que los reclamos de los trabajadores del SITRAJOR son válidos, pero el asunto es mucho más complejo. “La Jornada” es un ícono del periodismo de la izquierda y su vigencia se muestra de manera contundente. Al tomar postura en este asunto habría que asomarnos a la historia de la prensa crítica en México, releer el libro “Los periodistas” de Vicente Leñero y releer sobre las distintas crisis que ha atravesado la revista “Proceso”. Releer también sobre las condiciones de fundación de “La Jornada” y sobre las dificultades que ha vivido este medio. El asunto es mucho más que la defensa de una causa laboral. Quienes hemos sido colaboradores de la prensa crítica en Chihuahua, escribiendo y haciendo otras tareas sin pagos de por medio, sabemos del sacrificio que significa mantener estos proyectos.

El problema es multifactorial y tendría que entenderse desde una perspectiva amplia, que ponga sobre la balanza las variadas razones y argumentos de las partes en conflicto. Aunque a fin de cuentas, el asunto muestra con toda crudeza las paradojas que se hacen presentes cuando la izquierda navega sobre las aguas del embravecido mar neoliberal, cuando se muestran las debilidades de las embarcaciones en las que navega la izquierda en este embravecido mar.

Las navegaciones de la izquierda pueden estar soportadas por embarcaciones grandes, medianas o pequeñas, pueden consistir en un madero que nos permita flotar y sobrevivir ideológica y políticamente en lo que vaya de futuro. Tal vez, no existan ya grandes embarcaciones para navegar en las luchas de la izquierda, tal vez, las embarcaciones no sobrepasen un tamaño mediano, mientras los tamaños del embravecido mar neoliberal son globales y han penetrado hasta los territorios más pequeños de la vida humana.

En el problema de “La Jornada” están atravesadas posturas políticas e ideológicas que dibujan con toda claridad la composición de la izquierda mexicana en el polo lópezobradorista y en otros polos contestatarios al lópezobradorismo.

Está atravesado el contexto de profunda crisis que vive la prensa en México, en Chihuahua acaba de cerrar “El Norte” de Juárez y hay voces que han deslizado la posibilidad de que desaparezca la edición impresa de “El Diario de Juárez”, y quede solo la edición digital.

Está atravesada una coyuntura histórica de amplio dominio neoliberal en el que las izquierdas no encuentran los programas políticos precisos ni las formas mejores para implementarlos, que deriven en respuestas contundentes ante las mil cabezas del monstruo neoliberal.

Y está atravesada la eternidad de los diferendos y los pleitos de las izquierdas, cuya condición es discrepar hasta el cansancio, hasta el último respiro. Lo más descarnado de este asunto, es que la condición discrepante que revitaliza una y otra vez al espíritu de las izquierdas y a sus luchas, por momentos toma la forma de un atolladero, de un callejón sin salida que puede llegar a convertirse en un agujero negro…

Leonardo Meza Jara

Maestro, escritor y analista político.