Chihuahua, Chih.

Ciudad Juárez, Chih.- Grupos de migrantes que buscaban cruzar a la Unión Americana se toparon esta semana con una nueva postal fronteriza.
Cómo si se tratara de una zona de guerra, la zona limítrofe entre Ciudad Juárez y El Paso, se encuentra blindada con alambrada de púas, tanquetas y personal de la Guardia Nacional de Texas.
Esta apuesta por la militarización de la frontera, tiene dos lecturas: la primera es promocionar al Gobernador texano de cara a los comicios de 2024.
Mientras que la segunda es justificar la retórica antiinmigrante de la administración de Greg Abbott.
Texas se ha convertido en años recientes en un verdadero infierno para los migrantes, donde incluso son cazados por grupos de élite de las autoridades texanas.
Así como también se ha visto un enorme esfuerzo por parte de la autoridad estatal por poner el foco en la crisis migratoria, apostando por los abusos contra los migrantes.
Un ejemplo son los autobuses cargados con migrantes, atraídos a base de engaños para ser enviados desde Texas a ciudades gobernadas por demócratas.
Tratándose de una estrategia política de coerción dirigida a la administración Biden, también aplicada por parte de la administración del Gobernador Ron DeSantis de Florida.
Las imágenes del bordo del río Bravo de esta semana le dieron la vuelta a medios locales e incluso internacionales.
La militarización de la franja fronteriza acaparó la atención de distintos actores políticos locales, sin embargo no ha sido suficiente para que altos funcionarios de nivel federal acudan a esta frontera.
Considero que es prioritario que tanto el canciller Marcelo Ebrard como el secretario de Gobernación Adán Augusto López, acudan para atender esta problemática que aqueja a nuestra comunidad fronteriza.
Mientras tanto comunidades enteras de migrantes se encuentran a la espera de la revocación del llamado “Título 42”.
Mismo que fue activado como protocolo de emergencia durante la pandemia de Covid y ocasionaba una deportación exprés por motivos de salud pública según autoridades estadounidenses.
Aquí es donde los migrantes son presa del oportunismo y de los intereses políticos de la más pura demagogia dentro del territorio estadounidense.
Cómo si se tratase de peones, el juego político de los gobernadores de Texas y de Florida resulta cruel en extremo y falto de todo sentido de humanidad.
¿Hasta cuando seguirá siendo así?