En medio de un incremento de los homicidios característicos de los cometidos por integrantes del crimen organizado, el periodista Adrián Rodríguez, reportero de GRD Multimedia, fue asesinado en la mañana de ayer en Chihuahua capital. Su desaparición nos indigna; y el pronto esclarecimiento de su muerte, así como la sanción correspondiente a sus autores, las que le exigimos al gobierno de Chihuahua, deberán demostrar, sin margen a la duda, quienes fueron los responsables, así como las motivaciones para asesinarlo.
Nada de lo anterior resarce la existencia de Adrián, pero, por lo menos, puede darse lugar a la sanción de la sociedad por la comisión de hechos tan reprobables.
A la familia, amigos y compañeros de Adrián les enviamos nuestras condolencias, que son, también, para nosotros.
Contra todo pronóstico, pareciera que la crisis de Televisa -de todo tipo, económica, de contenidos, de conductores, de veracidad, de ética, de credibilidad- llevó a sus directores a buscar otras vetas de la información y encontraron -no debieron batallar para ello- que uno de sus más firmes aliados y aportadores de muy crecidas sumas a lo largo del sexenio anterior, César Duarte, ofrecía una muy rentable (periodísticamente) oportunidad de, además de orear las presuntas irregularidades cometidas a lo largo de su gestión, presentarse como el medio de información ahíto de credibilidad, a lo que contribuirán, suponemos que aspiran sus directivos, los reportajes lanzados en las últimas semanas en contra del ballezano que fue gobernador de Chihuahua.
Televisa ha lanzado sus obuses en contra de Duarte en sendos reportajes en los dos programas líderes de noticias, el de Carlos Loret de Mola y el de Denise Maerker, en el principal de sus canales, en los horarios estelares.
Así, el enredo del accidente del helicóptero, el que, desde cuando ocurrió dio pie a una gran cantidad de especulaciones acerca del modo en que había ocurrido, así como el de las explicaciones acerca del uso a esa y otras aeronaves del gobierno estatal; luego, todavía en los últimos días de gobernante, Duarte fue exhibido por la demanda del empresario español que lo acusó de deberle alrededor de 3 millones de dólares, los que quería saldar con recursos estatales; el seguimiento de esa información y hasta el careo al aire.
Televisa no le dió reposo. Presentó los ranchos del ex gobernador con una información que podía dar lugar a sospechas de crecimiento en su valor, o de haber comprado parte de ellos de manera sospechosa, así como el de haber aumentado la capacidad de la presa construida en ellos.
Llamó a sus detractores a comprobarle “si soy corrupto” y aprovechó, entrevistado al aire, para aceptarle al periodista dar conocer sus declaraciones patrimoniales, “las hacemos públicas contigo, inmediatamente, y con tu auditorio”, lo mismo que había dicho muchos meses atrás, cuando emitió la más famosa de sus frases: “A lo macho que no me fijé (que había firmado un contrato por 65 millones de pesos)”, al tiempo que informó ser propietario de una fortuna de 100 millones de pesos.
Se fue del gobierno, y lo que había prometido, para “salvar” su honor y demostrar no haberse enriquecido a la sombra del gobierno, no lo cumplió. Hasta ahora.
No había tregua, Televisa le dió seguimiento a las informaciones aparecidas, fundamentalmente en el periódico Reforma, acerca del desastre encontrado en la Fiscalía General; siguió la información acerca del encarcelamiento y supuesto despojo ilegal en contra de Guadalupe Chaparro de 84 años y su hija María Elena Ochoa, debido a que fueron acusadas penalmente de invadir terrenos de familiares del ex gobernador,
Y lo más reciente. En el curso de la semana, primero Denise Maerker, en la noche del jueves, emitió un reportaje acerca del supuesto súbito enriquecimiento de Carlos Hermosillo, diputado federal priista por Parral y uno de los más cercanos al ex gobernador Duarte.
Todavía no se reponían -los integrantes del grupo gobernante en el sexenio anterior- del impacto de tales revelaciones, cuando Carlos Loret de Mola, en el noticiero matutino del viernes, revelaba la información acerca la realización, por Duarte y su familia, de más de 70 vuelos en las aeronaves de gobierno del estado sin justificación oficial y con todos los visos de haberse efectuado con fines comerciales y turísticos.
Esta información vino a sumarse a la de los vuelos efectuados en el helicóptero al rancho de Duarte, también sin justificación oficial.
Falta la cereza del pastel. La revelación de la familia de Juan Gabriel acerca de la pintura de María Félix, realizada por Diego Rivera, con un valor de 15 millones de pesos, vendido por la sonorense al cantante y, luego, cedida por éste al ex gobernador de Chihuahua a cambio, supuestamente, de la realización del foto mural y otras cosas en Juárez, así como del préstamo de un avión del gobierno estatal, valuado en 23 millones de dólares y regresado por la familia del Divo juarense a los días del inicio del gobierno de Javier Corral.
Solo para la picaresca nacional, sin relación alguna con el tema y para abonar algo agradable a la truculencia del tema abordado hoy, el escribiente recupera lo declarado por María (en una época, decir en México, María, tenía una sola depositaria) acerca de los cambios efectuados a la pintura sin la aprobación del pintor: “Nunca me ha gustado la pintura de Rivera, yo se lo decía a él. Yo quería que me pintara de tehuana, pero él dijo que era muy vulgar, entonces me pintó como él quería... desnuda, porque él estaba muy enamorado de mí. Después, Diego quería ese retrato para una exposición en Bellas Artes, pero como no se lo presté, me dejó de hablar más de un año. Un día estaba un albañil arreglando mi casa, y le mandé a poner blanco para tapar un poco todo aquello y así quedó…”.
Pero, bueno, regresemos a nuestra realidad.
La información proporcionada por Loret de Mola, basada en los reportes oficiales de los vuelos efectuados por las aeronaves, muestra el modo en que el ex mandatario usó los recursos públicos sin medida alguna. Todo se merecía la familia del gobernador, hasta viajes en el avión del gobierno de Chihuahua para ir de compras a Santa Fé, Nuevo México.
Asombra encontrar como viajeros “frecuentes” al ex fiscal de Chihuahua, Jorge González Nicolás, y a los integrantes de su familia; además del abuso de los recursos estatales pues el ex gobernador usaba el helicóptero hasta ¡Para viajar de El Paso a Juárez!
Incapaz de aceptar los resultados de la elección del 5 de junio, Duarte viajó, por ejemplo, del viernes 5 al lunes 8 de agosto de este año, en la aeronave del gobierno estatal, con su esposa e hijo, a Boston, e hizo escala en Chatanooga, Tennessee, Little Rock y Arkansas, lo que representa “una irregularidad, y es un ejercicio indebido del servicio público”, como lo declararía la Secretaria de la Función Pública, Estefany Olmos
Es increíble el abuso cometido por el ex mandatario, de acuerdo a la información proporcionada por Olmos, según los datos registrados en las bitácoras de tres aeronaves del Gobierno del estado, viajaba por asuntos personales por lo menos una vez cada diez días.
Pero esos son los detalles menores. De acuerdo con lo informado por Loret de Mola el viernes por la mañana, el diputado federal Carlos Hermosillo Arteaga cuenta con una fortuna de más de 100 millones de pesos, entre ranchos, casas, locales comerciales y carros de lujo, luego de ser funcionario público durante la administración del ex gobernador César Duarte y de ser señalado como uno de los prestanombres del ballezano.
Hermosillo declaró contar con un patrimonio personal de 200 mil pesos en 2010, al inicio de la administración de César Duarte, hoy declara una fortuna de 100 millones de pesos, luego de desempeñarse en distintos puestos del gobierno estatal y de cambiar su residencia, de una modesta vivienda, a una lujosa residencia, en uno de los más exclusivos fraccionamientos residenciales de la capital chihuahuense; le cambió la vida.
Interrogado, años atrás, acerca de este súbito enriquecimiento, Hermosillo (quizá uno de los 2-3 personajes más ligados a Duarte) declaró que su esposa pertenecía a una de las familias de mayor abolengo en Parral, de ahí, dijo, que le hayan heredado o adjudicado una gran cantidad de bienes inmuebles.
Hoy, los vientos han cambiado y Televisa ha desencadenado una tenaz ofensiva en contra del ex gobernador César Duarte.
Ni éste, ni ningún otro protagonista político puede desestimarla; se trata de uno de los medios de comunicación en los que participan los hombres más poderosos del país.
Han encontrado una muy generosa veta de presuntos actos irregulares cometidos por el grupo gobernante de Chihuahua del sexenio anterior, la mayor parte de ellos merecedores de sanciones penales.
Los reportajes transmitidos por la cadena televisiva sólo parecen ser premonitorios de lo que muchos, pero muchos, chihuahuenses esperan: Que el ex gobernador Duarte comparezca ante la justicia y responda a las acusaciones (la mayor parte debidamente sustentadas) del cúmulo de irregularidades presuntamente cometidas en su administración, por él, y por su círculo más íntimo.
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