MegaRadio 860, Juárez
Lo dicho, la era del predominio de las redes sociales impone ritmos vertiginosos en la evaluación que los ciudadanos efectúan a los gobernantes, pues más rápidamente pueden recogerse y transmitirse, en proporciones geométricas, las calificaciones que la sociedad hace sobre la gestión de los gobernantes.
Lo que ahora comentamos es una evidencia del hartazgo de la mayoría hacia la clase política en general, refleja los gravísimos problemas -sobre todo económicos- por los que atraviesan; muestra la baja tolerancia que la mayor parte de la gente está dispuesta a concederles a los gobernantes y el escaso tiempo que les otorga para la obtención de resultados.
Algo de todo lo anterior reflejan los resultados de la encuesta publicada el día de hoy por El Diario, en la que la gestión del alcalde Armando Cabada obtuvo una calificación aprobatoria, pero apenas por encima del mínimo para aprobar, con un 6.11, a diferencia de la obtenida por el gobernador Corral, cuya gestión fue reprobada al obtener el 5.25.
Sin embargo, casi 7 de cada 10 juarenses (64.8%) aprobaron la gestión municipal del presidente independiente, en la encuesta realizada por agencia GANTT Marketing, Investigación y Estrategia, contratada por el periódico.
De ese total de los que la aprobaron, 55% dijo estar de acuerdo con la forma de gobernar y 9.8% “totalmente” de acuerdo.
A su vez, un 25.5 por ciento manifestó estar “en desacuerdo” y un 8.5 por ciento “totalmente en desacuerdo”, lo que suma un 34 por ciento de personas que desaprueban al acalde.
Cifras notoriamente distintas a las obtenidas por el gobernador Corral, quien sería reprobado por los juarenses, en una encuesta también realizada por la misma empresa, en la que casi 6 de cada 10 lo reprobaron y un poco más de 4 de cada 10 lo aprobaron en el mismo período, esto es, al cumplir los primeros 100 días de sus respectivos gobiernos.
La calificación obtenida por el alcalde Cabada, es superior por apenas 15 centésimas a la que recibió su antecesor Enrique Serrano Escobar, quien en el mismo período de gobierno fue evaluado con un 5.96, contra un 7.32 alcanzado por Héctor Murguía en la segunda ocasión que llegó al mismo cargo, en el año 2010.
Y ahí es donde puede ubicarse la diferencia entre haber sido postulado por un partido político o no, pues a quienes emergen de éstos, los militantes les califican con mayores márgenes de tolerancia, más allá de lo positiva que sea o no la gestión del gobernante evaluado, sólo por el hecho de ser parte del mismo partido político.
Como en todos los casos, la encuesta de la que hoy hablamos puede ser cuestionada, como ha ocurrido con la mayoría de las realizadas en el país en la última década, por las graves deformaciones que contienen, especialmente las realizadas para medir las preferencias electorales, ésta puede ser sometida a la evaluación, lo que sí puede sostenerse es que refleja de manera más o menos cercana a lo que se percibe en la sociedad juarense.
Y es que, a diferencia del pasado inmediato, las expectativas creadas por los nuevos gobernantes, y en este caso por el carácter “independiente” de la candidatura de Armando Cabada, en la que por ese solo hecho una buena parte de los ciudadanos creyó que se podrán esperar mejores, o más espectaculares resultados que los obtenidos por militantes de los partidos políticos, pueden resultar más grandes que lo que la realidad política y económica permite.
Ese puede ser el caso de lo que hoy comentamos.