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Despliegue de la GN tiene nulo impacto en seguridad

Despliegue de la GN tiene nulo impacto en seguridad 29 de marzo de 2024

Ernesto Aroche

Chihuahua, Chih.

Después de cinco años, la estrategia de colocar cuarteles de la Guardia Nacional en ciertos municipios no ha impactado de forma significativa en la comisión de delitos

Una centena de hombres que portaban armas de grueso calibre y chalecos antibalas tomaron el control del mercado municipal y de sus calles aledañas en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Era 14 de junio de 2022.

Habían pasado 10 meses desde que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, inauguró allí un cuartel de la Guardia Nacional (GN), el décimo en territorio chiapaneco.

Pero la inauguración del edificio no fue suficiente. Ese día, la Guardia Nacional no salió a contener al grupo de civiles armados conocidos como Los motonetos que mantuvo el control del mercado como parte de una disputa entre grupos delictivos. Según reportaron medios locales, los elementos de la Guardia y las autoridades estatales hicieron presencia hasta después de la agresión.

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“Son buenos los resultados en esta materia en Chiapas, en lo que tiene que ver con la seguridad. No es poca cosa decir que llevan 48 horas sin un homicidio. No lo pueden decir en otro estado, desgraciadamente”, declaró el Presidente en el acto inaugural de agosto de 2021, antes de que el estado se convirtiera en uno de los focos rojos en cuestión de seguridad en el país.

Han pasado casi cinco años desde el nacimiento de la Guardia Nacional, institución que sustituyó a la extinta Policía Federal, y su efectividad ha sido poco contundente, según un análisis comparativo realizado por el equipo de Investigación y Datos de EL UNIVERSAL.

Para esto se observó el comportamiento de la tendencia nacional de 10 delitos, de 2018 a 2023, y se cruzó con los 170 municipios donde la autoridad reportó en una solicitud de información la presencia de al menos un cuartel de la GN. El resultado es que la presencia de la corporación no ha impactado significativamente en la comisión de los delitos: en la mayoría de los casos las variables siguen las mismas tendencias. Las diferencias de mejora o retroceso no son amplias.

Los delitos analizados pertenecen al fuero común y forman parte del listado que se monitorea en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP): homicidio doloso, feminicidio, violación sexual, narcomenudeo, robo a transportista, extorsión, secuestro, robo de vehículo, trata de personas y delitos del medio ambiente.

De acuerdo con datos públicos de la Plataforma Nacional de Transparencia, entre 2020 y 2023, la GN ha manejado un presupuesto de 170 mil millones de pesos. Además, hasta el año pasado contaba con 128 mil elementos y un universo de infraestructura, entre propia y prestada por la Sedena, de 395 instalaciones distribuidas en todo el país.

De acuerdo con la Ley de la Guardia Nacional, la corporación es un cuerpo de seguridad federal que tiene la facultad de colaborar con la atención de la seguridad pública de estados y municipios.

Según las conclusiones escritas en el análisis ¿Qué es la Guardia Nacional (en 2023)?, realizado por Samuel Storr, investigador del programa de Seguridad Ciudadana de la Universidad Iberoamericana, la corporación es un organismo “todavía efímero”, fragmentado en sus funciones como cuerpo de seguridad, en el que “no existe claridad sobre el rol propio de la GN, que en gran medida funciona para suplantar a las policías estatales”.

Para Raúl Benítez Manaut, integrante del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Guardia es una institución todavía en proceso de consolidación dedicada sobre todo a la disuasión del delito.

“La Guardia Nacional se confronta poco con los grupos criminales mayores, o sea, no está totalmente dedicada al combate, es una parte importante dedicada a la disuasión, proteger a la población y mostrar fuerza. Por ejemplo, vigilar carreteras, el hecho de que se vean guardias nacionales en las carreteras, aunque no hagan nada es disuasivo”, argumenta.

Análisis de los delitos

En ocho de los 10 delitos analizados —homicidio doloso, violación, robo de vehículo, secuestro, extorsión, feminicidio, trata de personas y contra el medio ambiente— las tendencias coinciden con la forma en la que se mueven las mismas violencias en todo el país. Una característica que comparten el homicidio, feminicidio y robo de vehículo es que sus cifras tienen una baja ligeramente mayor entre 2021 y 2023 en los municipios con presencia de la GN en comparación con los valores a nivel nacional.

De acuerdo con el SESNSP, de 2021 a 2023 la tasa de homicidio doloso por cada 100 mil habitantes en México cayó de 21.9 a 19.3, un descenso de 12.1%; mientras que en los municipios donde están los cuarteles de la GN pasó de una tasa de 37 a 31 en el mismo periodo, un descenso de 16.2%.

Esto es diferente a lo que ocurre con la extorsión, ya que, tanto a nivel nacional como en las zonas en donde se encuentra la GN la tendencia fue al alza, pero en estas últimas el crecimiento está ocho puntos arriba del nacional, pasando de 6.5 denuncias por cada 100 mil habitantes en 2021 a ocho en 2023, lo que representa un aumento de 23.6%.

Lo mismo pasa con otros delitos, como la violación. Las tasas de incidencia lejos de presentar una baja entre 2018 y 2021 van al alza en todo el país, incluyendo aquellas zonas en las que se cuenta con cuarteles de la GN. Incluso en esas regiones tuvo un crecimiento sostenido y pasó de 13.2 a 18 carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes.

Por otro lado, en el delito de narcomenudeo, la disminución fue más significativa, pero aún así insuficiente para regresar a los valores de 2018, cuando se tenían tasas de 86.4 carpetas por cada 100 mil habitantes y el año pasado alcanzó una tasa de 120.5 casos.

Dan resultados… contra migrantes

En el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal, que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer a finales de noviembre pasado, se observa una variación anual en los delitos atendidos por la Guardia Nacional.

Por ejemplo, en 2022 los crímenes relacionados con narcomenudeo y tráfico de drogas representaron 22% de las denuncias presentadas por la institución de seguridad. En 2020, el robo de vehículo representó 28% de los delitos reportados por la GN en ese año.

En donde no hay duda es en el interés que tiene en contener la migración. En cuatro años se han asegurado a 239 mil 545 personas migrantes y sólo han presentado a 26 mil 405 posibles delincuentes acusados por diferentes delitos. Es decir, se detuvo a un posible infractor por cada nueve personas migrantes en el periodo.

Las cifras más recientes del Inegi, dice la especialista en seguridad Daira Arana Aguilar, “nos habla de la prioridad de la Guardia Nacional que se ha instrumentado sobre todo para atender a la política migratoria impuesta desde la relación bilateral con Estados Unidos”.

Para Carolina Jasso González, maestra en sociología por el Colegio de México con estudios en temas de seguridad pública, si bien la Guardia Nacional está abocada a la seguridad pública, también ejerce funciones de control social: “Hay un despliegue muy significativo en la frontera sur del país, pero también una presencia importante en aeropuertos y desplegados en carreteras”.

Además, recuerda el operativo en el que miles de elementos durante meses vigilaron el Metro de la Ciudad de México.

“No hay una estrategia detrás de dónde está colocado cada agente de la Guardia Nacional, y por lo tanto eso no tiene un impacto”, añade Daira Arana.

La única certeza real, concluyen los académicos consultados, es que las Fuerzas Armadas han ampliado de manera acelerada su influencia sobre la seguridad pública nacional.

Esta institución ha sido punta de lanza del gobierno de López Obrador para contener la violencia en México. La apuesta fue tan alta que incluso colocó a militares a su mando y en sus tropas para garantizar su efectividad; sin embargo, los datos nos muestran que la presencia establecida a través de sus cuarteles no manifiesta un cambio significativo en favor de la seguridad pública.