Chihuahua, Chih.
La postura que mostró Paco Ignacio Taibo II en torno a la literatura mexicana escrita por mujeres, se extravía entre el machismo y la misoginia. El director del Fondo de Cultura Económica no solo mostró su rechazo a la literatura femenina, sino que dejó ver un tono repulsivo, estéticamente sesgado y políticamente incorrecto.
¿Cómo se le ocurrió al director del FCE emitir un juicio descalificatorio, desde una conferencia mañanera en la que el micrófono le fue concedido por la primera presidenta de México?
¿En base a qué argumentos de corte estético, Taibo II se atreve a denostar la literatura femenina, sobre la coyuntura de nominación de una escritora mexicana al premio Nóbel (Cristina Rivera Garza)?
En la conferencia mañanera en la que Taibo II emitió un juicio sumario en torno a la poesía, la narrativa y el ensayo escrito por mujeres mexicanas, la presidenta lo corrigió políticamente.
Falta corregir al escritor y militante de Morena desde la perspectiva estética. Sobran las escritoras mexicanas para completar un número de veinte, que ameritan ser publicadas por una editorial del Estado, para un programa de impresión y distribución masiva de libros que se regalan.
En una investigación sobre escritoras mexicanas que han publicado en el género del cuento en los siglos XX y XXI; Liliana Pedroza contabilizó 512 escritoras distribuidas de la siguiente forma en el territorio nacional: 211 cuentistas de la ciudad de México, 119 del norte del país, 117 del centro, 46 del sur y, 19 del extranjero.
La exhaustiva investigación de Pedroza fue una búsqueda y lectura de años, realizada estado por estado:
“De 2003 a 2005 realicé un viaje intermitente por los 31 estados del territorio mexicano. Sin saber que este sería el inicio de un largo periplo, mi propósito fue realizar una investigación de campo para la elaboración de un catálogo de cuento en México… Solo que mi búsqueda ponía el acento en dos aspectos: cuentos escritos por mujeres y ediciones de distribución limitada.” (“Historia secreta del cuento mexicano. 1910-2017”, 2018, Universidad Autónoma de Nuevo León).
La investigación realizada por la escritora chihuahuense es un trabajo que se mueve desde los márgenes, que busca romper con dos premisas que han dominado la literatura nacional: el machismo y el centralismo.
Falta contabilizar y valorar la literatura mexicana producida por mujeres en los géneros de la poesía y el ensayo.
En términos políticos -y estéticos-, lo que hizo Liliana Pedroza es muy similar a lo realizado por Andrés Manuel López Obrador: recorrer al país para poner los pies donde pisa la gente y entender el significado profundo de lo que somos.
Es obvio que el objetivo de ambos es diferente. López Obrador tuvo un propósito político de corte electoral, para revalorar al pueblo. Pedroza se trazó un objetivo literario de reconocimiento estético, para revalorar la narrativa escrita por mujeres mexicanas.
Taibo II vive encerrado en su biblioteca misógina que se caracteriza por el centralismo, el machismo y la frialdad de unos criterios que han politizado a la estética de la literatura de una forma “sui generis”. A algunos(as) les hace falta darse un baño de pueblo.
Al director del Fondo de Cultura Económica, le hace falta darse un baño de la literatura femenina que se produce desde los estados.
P.D.- El libro de Liliana Pedroza se puede descargar de forma gratuita del repositorio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (en: https://libros.uanl.mx/index.php/u/catalog/view/32/36/91).
*Tomado de su página en Facebook