
Chihuahua, Chih.
No es mal arreglo para quienes se beneficiaron de él. Le entro a la elección judicial, le entro a lo de los acordeones, vota efectivamente 10 por ciento del electorado, gano y luego tengo que pagar una lanita, eso sí, menos o lo mismo que mi primer sueldo como juez. Not bad.
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha aceptado, con esas multas, que hubo transa, ilegalidad en la elección de jueces y magistrados. Se escribe rápido, pero hay que tragárselo con lentitud.
Quienes en los próximos años decidirán sobre la legalidad llegaron a su posición cometiendo actos ilegales. Eso dijo el INE. Quienes decidirán en México las sanciones de aquellos que cometan ilegalidades fueron sancionados, pero poquito, una lanita y venga, póngase la toga.
A nivel federal, la suma de multas por poco más de 8 mil “irregularidades” —así les llaman— y fallas en los ingresos y gastos de campaña de los candidatos es de unos 10 millones de pesos. En los 19 estados donde hubo elección judicial, el organismo electoral identificó 9 mil 500 “faltas”. Multas por un total de 7 millones. Aunque faltan los descuentos.
Y que conste que algunos consejeros del INE, incluida su presidenta, ni la multita querían.
Eso sí, no se ría, querido lector, pero me entero por la nota de mi compañera Jannet López Ponce que, “con el pleno dividido, aprobaron que continúe la investigación para que se sepa el origen de esta propaganda indebida, quién pagó los acordeones, quiénes y cómo participaron o idearon la estrategia de difusión. Por lo que estarán bajo investigación partidos y gobiernos, como Morena, la alcaldía Venustiano Carranza, dependencias como la Secretaría de Finanzas de Ciudad de México y el Fideicomiso del Bienestar Educativo de ese mismo gobierno”. Ya para qué.
El desastre de la elección judicial se ha consumado. Lo que sigue será peor. Porque si buena parte de los que pronto decidirán sobre las leyes llegó ahí brincándoselas, no hay nada bueno que esperar.
Tiene razón Ciro: la frase de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei, quedará para la historia, la mala historia, la que marca un mal futuro: “La ilegalidad encontrada o manifiesta en nuestras voces no debe llevar a este instituto a intentar salir adelante con otra ilegalidad”.
https://www.milenio.com/opinion/carlos-puig/duda-razonable/una-lanita-y-a-la-corte